Historia

Origen del nombre
Se cuenta que el nombre de Samper de Calanda proviene de la traducción de San Pedro de las Calandrias; Calandrias, porque en la localidad se le llamaba así a las alondras, que era el ave más popular y conocida de tierras de secano y su canto era muy familiar para las gentes de esa zona; San Pedro, porque la población se situó sobre el montículo que lleva este nombre, según se transmitió por tradición oral.
Por eso, y porque no figura en ningún documento oficial, hay más teorías sobre el origen del nombre. Otras personas comentan que existieron dos Ventas, la Venta de San Pedro y la Venta de las calandrias, y que su fusión dio origen al nombre actual. Curiosamente, hay una calle dedicada a Las Ventas.
casas
Orígenes y evolución de la localidad
A Samper de Calanda legaron los descendientes de los primeros bereberes, de las tribus zanatas y de los sinayas, y de otras que podrían huir de los territorios conquistados por los cristianos, de origen árabe. También los mudéjares ocuparon Samper, después de decidir quedarse en las villas conquistadas y que se apartaban en las mismas villas en las que se habían decidido quedar, por sentirse discriminado por los cristianos hispanorromanos.
Los judíos se separaban de todos y ejercían los oficios de prestamistas, notarios y artesanos.
Los cristianos se distinguían del resto llevando cinturones de cuero, y los judíos acostumbraban a llevar colores vivos sobre los hombros, mientras que las mujeres se tapaban la cabeza con una saya larga.
Al final, las gentes se menzclaron en las nuevas generaciones y se fundó Samper de Calanda en sl siglo XVIII como es actualmente. Se denominaron San Juan y San Pedro. La parroquia de San Juan terminó por desaparecer.
En el siglo XIX llegó el tren. Este fue un punto muy importante en la evolución en la localidad. La economía local estaba representada por al aceite, los tintes, la seda y la lana. Estaba basada en una producción de autoconsumo y una artesanía autóctona de parejos para los animales. Utiles y herramientas eran fabricados por artesanos locales de las villas vecinas.